junio 29, 2007

En el Actors Studio



Desde el martes estoy en mi ciudad natal, Caracas. Siempre es una experiencia tanto excitante como frustrante estar aquí. Caracas es una metrópolis compleja que es un muestrario completo de lo mejor y lo peor que las grandes ciudades nos pueden ofrecer.

Recientemente tuve una experiencia espectacular aquí: Fui observadora en un taller de actuación dictado por Lisa Formosa del Actors Studio. En el taller participan unos 30 actores. A muchos de ellos los conozco muy bien, gracias a mi investigación académica sobre telenovelas. Ser testigo de su proceso de aprendizaje me ha ayudado a profundizar en mi comprensión del arte de la actuación.

Pude ver cómo estos actores llegaban preparados para personificar un texto que les habían dado de antemano. Estaban listos para convertirse en un personaje creado por escritores brillantes y difíciles como Sam Shepard y Tony Kushner, entre otros. Me impresionó observar la abilidad de la instructora del taller para cambiar el plan de vuelo de la sesión y sacar a los actores de su zona de comfort. La instructora los ayudó a explorar la dualidad que está presente en todo personaje bien escrito. También les advirtió que se cuidaran de tratar de hacer a sus personajes mejores personas de lo que son.

Hace años ya que me di cuenta que la actuación requiere talento, intuición, inteligencia y una sensibilidad muy particular. Ayer aprendí que los grandes actores también deben ser arriesgados y comprometidos. También deben estar dispuestos a explorar las emociones humanas...empezando por las de ellos mismos.

junio 22, 2007

Telenovelas, actores y la fama

A pesar de que todavía son muchos los que desprecian a las telenovelas como género, es innegable que ellas determinan, en gran parte, el "star system" en América Latina. De hecho, la mayoría de los actores y actrices latinos que han llegado a Hollywood tienen al menos una telenovela en su curriculum. (Edgar Ramírez, Sonia Braga, Gael García Bernal, Salma Hayek, María Conchita Alonso y Diego Luna, entre otros).





































Dadas las características demográficas y culturales de nuestros países, y el poder de penetración de la televisión como medio de comunicación masivo, las telenovelas le dan a los actores y actrices un nivel de popularidad y reconocimiento entre el público que no se los provee el teatro y, en la mayoría de los casos, tampoco el cine nacional. En mi trabajo de investigación cada vez que he tenido la oportunidad de conversar con actores de amplia trayectoria en cine y/o teatro que estaban trabajando por primera vez en una telenovela, una de las constantes que ellos me reportan es cómo desde que están en televisión, el público los reconoce donde quiera que van. Por primera vez en su carrera actoral estos actores y actrices sienten que han pasado a ser figuras públicas. También, por primera vez, han tenido que pensar en los significados y las consecuencias de eso que llamamos "fama".

La visibilidad de las actrices y actores de telenovelas se incrementa de manera exponencial gracias a la prensa de entretenimiento que escribe sobre ellos desde reportajes y entrevistas serias, hasta chismes y especulaciones sobre su vida tanto profesional como privada. Esta híper-exposición mediática tiene el efecto de envolver a los actores en un manto de celebridad que muchas veces oculta que son seres humanos--hijos e hijas, madres y padres, esposos y esposas, amigas y amigos--cuya delicada profesión es trabajar con las emociones. Este manto de celebridad puede tener consecuencias para el actor o actriz que no entienda rápidamente los riesgos de "la fama". También tiene consecuencias para nosotros: el público.

Como público tenemos la tendencia a percibir a las celebridades como personas con egos inflados, mucho dinero y sin verdaderos problemas. Nos entretiene saber de su vida personal.

Nuestra relación con los actores de telenovela tiene elementos de admiración e identificación (debido a los personajes que interpretan), pero también tiene elementos que son la consecuencia directa de la fascinación que nos producen las celebridades y la percepción que de ellos tenemos. Es por eso que leemos con avidez la prensa de entretenimiento/farándula y que nos sentimos particularmente sacudidos cuando ocurre algo dramático (bueno o malo) en la vida de un actor (por ejemplo, la boda de Gaby Espino, la enfermedad de Daniela Bascopé y el asesinato de Yanis Chimaras). Es por eso también que cada vez hay más columnas, páginas web y blogs de chismes en los cuales abundan las medias verdades, las especulaciones y, lamentablemente, hasta algunas "noticias" que son estrictamente falsas. De hecho, cada vez es más difícil distinguir una noticia verdadera de una falsa.

No puedo comentar acerca de los actores de telenovelas de todos los países que las producen. Sí puedo escribir, sin embargo, sobre los actores que trabajan en Venezuela. En las muchas horas de entrevistas que he realizado con ellas y ellos he encontrado que la gran mayoría ejerce su profesión con gran dedicación y seriedad a la vez que intentan tener, como el resto de los seres humanos, una vida privada balanceada. Los actores comprometidos son personas particularmente inteligentes y sensibles que respetan y valoran su oficio mientras sobreviven a los avatares de una industria que tiende a sobreponer la belleza física y la juventud por encima del talento y la trayectoria. Es una industria que, muchas veces, los limita e irrespeta. Pero que con todas sus imperfecciones sigue siendo la fuente de trabajo más importante para ellos y la mejor manera de proyectar masivamente su talento hacia el público.

El negocio de la telenovela puede ser simplista, repetido, redundante e inexorable como una fábrica de salchichas. Y, sin embargo, es verdaderamente admirable y muy reconfortante ver cómo los verdaderos actores y actrices trabajan a sus personajes con inteligencia y talento, entendiendo que su profesión va muchísimo más allá de esa fábrica de salchichas y del hecho de ser simplemente "célebres" o "famosos".

A continuación las imagenes de ALGUNOS de ellos: Gledys Ibarra, Javier Vidal, Elba Escobar, Gustavo Rodríguez, Beatriz Vásquez, Laureano Olivares, Carlos Cruz, Marisa Romaán, Roque Valero, Julie Restifo y Caridad Canelón.

Son MUCHISIMOS más. Tantos, que es imposible colocar las imagenes de todos.

A TODOS, mi respeto.











junio 15, 2007

Remakes a la U.S.A.

















¿Qué pasa cuando el remake se hace en inglés para todo público en los Estados Unidos? (no solamente para los latinos)

Hace un año la prensa norteamericana anunciaba con una mezcla de curiosidad y expectativa que las telenovelas "habían llegado a USA": Newsweek, Broadcasting & Cable, Time, Multichannel News.

MyNetwork TV
promocionaba sus producciones Desire y Fashion House, basadas en formatos colombianos. Y ABC se preparaba para lanzar en el otoño a Ugly Betty, basada en Yo soy Betty, la Fea.

Un año después el panorama es aparentemente paradójico. Por una parte ya no podemos encontrar telenovelas en la parrilla de programación de MyNetwork TV (Variety). Por otra parte, Ugly Betty se ha convertido en uno de los fenómenos televisivos de los últimos años. El show ha sido aclamado por la crítica y ha ganado los premios más prestigiosos, incluyendo el Golden Globe y un Peabody Award.

¿Por qué la disparidad en la recepción de las telenovelas de MyNetwork TV y la de Ugly Betty?

Algunas posibles razones:

1.- Al ser presentadas como exagerados melodramas (over the top melodramas) emparentados con las soap operas, las telenovelas de MyNetwork TV fueron percibidas por el público norteamericano no latino como "trash TV" (Televisión-basura), ya que así percibe este público a las soap operas, a pesar de que los grandes éxitos actuales, como Desperate Housewives y Grey's Anatomy tienen mucho de melodrama.

2.- Lo que MyNetwork TV presentó como telenovelas fue realmente la interpretación que hicieron sus ejecutivos y productores de lo que es una telenovela. Por lo tanto, estas producciones presentaban personajes y situaciones que no tenían el sabor de los melodramas latinoamericanos. En consecuencia, la audiencia latina no "sentía" estas historias como telenovelas y, por lo tanto, no se sentía atraída por ellas.

3.- En contraste, Ugly Betty no es realmente una telenovela, sino más bien un híbrido de dos géneros televisivos que los norteamericanos (y todos los que consumen TV de USA en el mundo) conocen muy bien: El sitcom (comedia de situaciones, caracterizada por el humor) y las series de televisión (con formato de una hora a la semana y bajo el concepto de "season"/temporada que rige a la tv norteamericana). Por lo tanto, al público norteamericano, que en su gran mayoría desconoce y/o desprecia las telenovelas, les era familiar el formato de Ugly Betty y no lo relacionaban con esos "over the top melodramas" llamados telenovelas.

4.- Ugly Betty también se benefició de haber sido precedida por el éxito de taquilla de The Devil Wears Prada, historia que tiene similitudes importantes con Ugly Betty.

5.- No se puede comparar la calidad del elenco de las "telenovelas" de MyNetwork TV con el de Ugly Betty. Salvo contadas excepciones, en el primer caso, los elencos estaban conformados con actores considerados "de segunda". En cambio, América Ferrera, la protagonista de Ugly Betty es una talentosa actriz que ya había mostrado de lo que era capaz en la excelente cinta Real Women Have Curves.



¿Qué pasará ahora que NBC compró los derechos de Sin Tetas no hay Paraíso (video entrada), la mini-telenovela colombiana basada en el estupendo libro de Gustavo Bolívar? ¿La convertirá en una serie/sitcom de una hora semanal como hizo ABC con Betty?

Probablemente...ya que el mismo ejecutivo que aseguró los derechos de Yo Soy Betty, la Fea para ABC, Ben Silverman, está detrás de la adquisición de Sin Tetas no hay Paraíso y de su desarrollo para la televisión de Estados Unidos.

Total que las telenovelas no han logrado conquistar a la audiencia de habla inglesa en Estados Unidos. Realmente, este público todavía no ha tenido acceso a las telenovelas, sólo a remakes que o las desvirtúan, o se alejan de su esencia. No sabemos todavía si algún día el grueso del público de este país verá telenovelas. En ese sentido, la teleaudiencia no latina de los Estados Unidos sigue siendo una de la últimas fronteras que la telenovela todavía tiene que conquistar.

PD: Inevitablemente, me hago las siguientes preguntas:
1.- ¿Por qué a los ejecutivos norteamericanos les son tan atractivas las historias colombianas?
2.- ¿Por qué a los ejecutivos mexicanos les son tan atractivas las historias colombianas y argentinas?
3.-¿Por qué las historias brasileñas y venezolanas no tienen ni remotamente el mismo atractivo para los ejecutivos que gustan del remake?

junio 10, 2007

¿Originales o Remakes?




Esta semana tuve el placer de ser entrevistada por Luis Clemens, periodista independiente especializado en medios de comunicación hispanoparlantes, que escribe para publicaciones tan prestigiosas como Multichannel News.

En su blog, Clemenseando, dedicado a los medios de comunicación y al mercadeo hispano, Clemens escribió un post titulado Too Many Telenovela Remakes? en el cual describe el panorama actual de telenovelas en las cadenas hispanoparlantes de los Estados Unidos:

Las tres telenovelas que Univisión tiene en primetime son remakes. "La Fea Más Bella" es el remake hecho por Televisa de la obra de Fernando Gaitán "Yo soy Betty, la Fea". "Destilando Amor" es la versión mexicanizada de otra novela de Gaitán, "Café con Aroma de Mujer". En esta versión el café colombiano ha sido sustituido por tequila mexicano. (El escenario original de la plantación de café ha sido replanteado como una plantación de agave, el ingrediente básico del tequila). "Duelo de Pasiones" es también un remake hecho por Televisa de "Flor de las Nieves", novela cubana de los años 50.
(Mi traducción).

Este panorama no es exclusivo de los Estados Unidos. El remake (o "refrito", como se le dice comunmente en Venezuela) tiene hoy en día presencia permanente en muchas antenas de TV a lo largo y ancho del mundo que se nutren, como Univisión, principalmente de las telenovelas hechas por Televisa.

En Venezuela el remake también está presente. En los últimos años RCTV convirtió en unitarios algunas de sus telenovelas más sonadas como La Señora de Cárdenas, Natalia de 8 a 9 y Silvia Rivas, Divorciada, todas escritas originalmente por José Ignacio Cabrujas. En el 2006 RCTV presentó un remake de El Desprecio, original de Julio César Mármol, que no tuvo fortuna en las mediciones de audiencia. Y, antes de ser cerrado al no renovarsele la concesión, RCTV tenía al aire a Mi Prima Ciela, escrita por Pilar Romero como remake de sus dos éxitos Elizabeth y Maite. Venevisión también ha producido remakes de calidad y éxito variable. (La pregunta de por qué en Venezuela el remake no tiene el éxito asegurado amerita ser tratada en otro post).

Personalmente, como le dije a Clemens, no estoy en contra del remake. Pero sí estoy en contra del exceso de remakes y de que la industria los asuma como la única posibilidad o la opción preferida a la hora de producir. Creo que cuando una empresa tan importante para la industria de la telenovela, como lo es Televisa, se dedica casi exclusivamente a producir remakes, ésto tiene consecuencias peligrosas para la salud del género porque va asfixiando la creatividad, disminuye la posibilidad de generar historias nuevas y de que los latinoamericanos echemos el cuento de quiénes somos y, a la larga, podría producir hastío en el público porque el género perdería irremediablemente su frescura.


Es interesante notar que en una serie de entrevistas en video que hiciera Produ.com en el verano del año 2006 sobre el tema de los remakes, el escritor colombiano Fernando Gaitán, cuya maravillosa Yo soy Betty, la Fea ha sido "refrita" en muchos países con enorme éxito, Gaitán expresó que "la televisión no puede estar repitiéndose a sí misma, van a matar el género" y añadió "el remake se está comiendo a la telenovela".


El problema es que el remake, como declaró el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka en la misma serie de Produ, "está relacionado con una de las grandes angustias de la industria: la garantía del éxito". La percepción entre los ejecutivos de la televisión de algunos países es que el remake es un éxito más seguro.


Y aunque productores mexicanos como Salvador Mejías han dicho respecto al número de remakes que se producen en Televisa, "creo que somos los que más nos arriesgamos porque el chiste es que la gente no sienta que es un remake", es innegable que el remake antepone el aspecto "negocio" de la telenovela por encima de todas las otras aristas de este producto mediático/cultural que nos define a los Latinoamericanos.

Siempre digo que las telenovelas tienen generalmente algo o mucho de La Cenicienta, Romeo y Julieta, El Conde de Montecristo, El Príncipe y el Mendigo, el Hombre de la Máscara de Hierro y El Patito Feo, entre otros clásicos. Y a pesar de ese substrato común, la creatividad latinoamericana ha producido maravillosas y diversas historias de amor con personajes inolvidables que conocemos y re-conocemos, y que al echarnos el cuento, nos están contando a nosotros mismos. Es un proceso que para que siga funcionando tiene que evolucionar a la par de la formación social y no se puede quedar estancado en un círculo vicioso de repetición.

(Nota: Aquí se puede llegar a varias entrevistas de Fernando Gaitán en video, incluyendo la de los remakes. A través del link Ver más opiniones del Remake, se pueden accesar las otras entrevistas sobre el tema).

junio 02, 2007

Las Telenovelas y el Cierre de RCTV



En la triste y preocupante saga del cierre de RCTV, las telenovelas han tomado un lugar central.

En el discurso político:


El sábado 26 de Mayo, un día antes de cerrar a RCTV, Chávez mencionó a las telenovelas como uno de los grandes pecados del canal al que no le renovaría la concesión: “Son como la cascabel. Eso es veneno puro” y procedió a definirlas como “un peligro para el país, para sus niños y niñas”. Estas declaraciones son irónicas, viniendo de uno de los principales beneficiarios del trabajo ideológico que, en su momento, realizara la telenovela de RCTV Por Estas Calles.


La telenovela también es ingrediente del discurso político que critica el cierre del canal y opone al gobierno. Por ejemplo, Monseñor Roberto Lückert, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana , declaró en El Universal el martes 29 de Mayo que el cese de Radio Caracas Televisión (RCTV) “hiere el sentir venezolano porque es una de las empresas comunicacionales más antiguas del país”, cuyas telenovelas y programas cómicos formaban “parte del sentir venezolano”. Palabras hasta cierto punto sorpresivas, ya que la Iglesia venezolana ha sido crítica de las telenovelas, pero que entendemos cuando las leemos bajo la lógica de la polarización que rige al país.

En el discurso académico:

Hay un reconocimiento del lugar sociocultural que ocupa la telenovela en Venezuela. En América Latina en general, y en Venezuela en particular, el melodrama es ingrediente de nuestra idiosincracia y de nuestra manera de ser. (Personalmente tengo años buscando el verbo “despechar” en inglés… y no lo consigo…¿será que sólo los latinos nos despechamos? ¿Será por eso que los boleros, las rancheras y las telenovelas son latinoamericanos?) En el discurso académico también hay un reconocimiento del lugar que ocupa la ficción en nuestro imaginario. Como expresó el sociólogo Tulio Hernández en El Universal del viernes 1 de Junio:

“En la ficción, sólo en la ficción, la vida es como uno quiere que sea: Los buenos son premiados, los malos castigados y los amantes sufridos confían en su amor eterno. La ficción es un producto comercial que las masas perciben y celebran con mayor identificación. Como parte de la cultura venezolana, noche a noche, la teleaudiencia del país ve con detenimiento el capítulo de su historia favorita y sigue los acontecimientos de los personajes de moda. RCTV, como canal pionero en Venezuela, con 53 años de historia y mayor productor de telenovelas del país, ha creado un nexo afectivo y emocional con el público”.

En la(s) percepción(es) del público:

Tanto en los foros dedicados a televisión en Internet, como en muchos blogs, una y otra vez leemos cómo el público extraña las telenovelas de RCTV, en particular a Mi Prima Ciela, telenovela que nos muestra cómo se debe hacer un remake: con respeto, amor y el cuidado que sólo su autora original puede tener. “¿Y mis telenovelas?”, es la pregunta que se hace un público que tiene toda la vida escogiendo a la hora de la telenovela entre RCTV, Venevisión y más recientemente Televén.

Algunos, como los habitantes de los Valles del Tuy, siempre tuvieron menos opciones:
Marina Yépez decidió que va a vender sus dos televisores. Reside en el sector Salamanca de Cúa y tiene dos opciones a la hora de sentarse frente a la pantalla: VTV o RCTV. "No me queda otra alternativa. Yo adoro a Chávez, pero no me gusta la programación del canal 8, a mi me gustan mis novelas. No tengo dinero para pagar el cable y entonces no tengo otra salida que vender los televisores", dijo para El Nacional.

Poco a poco los productos de RCTV encuentran salidas alternativas. El Observador se puede ver en youtube. Todo parece indicar que La Rochela aparecerá este lunes en Globovisión. Pero…y las telenovelas? Es difícil que aparezcan por una señal libre que esté asociada a la Internet, como youtube o Globovisión. Esto minimizaría su venta en el extranjero, la cual es quizás en estos momentos la mejor fuente de ingresos de RCTV. Por lo tanto, creo que por ahora el público se quedará sin las telenovelas de RCTV.

No puedo terminar este largo post sin mencionar la importancia que ha cobrado para el público el ver a los actores de telenovelas expresar públicamente su repudio ante el cierre de RCTV. Aunque en mis trabajos de investigación he constatado que tanto en RCTV como en la autocensurada Venevisión (VV) trabajan actores de todas las posiciones políticas, el público (ver 1 y 2) utiliza la lógica simplista de la polarización y asume que el que se manifiesta públicamente (y esta posición tiene que ser MUY pública: en una tarima de una manifestación o en un programa de TV) en contra del cierre siempre ha sido antichavista y el que no lo hace es porque es “rojo rojito”. El público (y algunas columnas de espectáculos, sobre todo las de pseudónimos) se han erigido en jueces de la credibilidad de los artistas en cuanto al tema del cierre. Es en esas percepciones donde se evidencia, una vez más, la hegemonía de la lógica de la polarización, el uso de las etiquetas (“chavista”, “antichavista”, etc.) para organizar la realidad, y la inmensa fractura que tiene mi país. Por cierto, todo estos factores ayudan al Gobierno, no a los que lo oponemos.

Los artistas también son el blanco de los ataques de los personeros del gobierno, quienes entienden bien el poder de la cultura popular y sus voceros en un país como Venezuela y, por lo tanto, los quieren devaluar y callar cuando no los tienen de su lado. De esta manera vemos al propio Chávez, demonizando una vez más a los medios de comunicación privados, argumentando que éstos “manipulan los sentimientos”, olvidando que él hizo toda una campaña presidencial basada en el slogan “Por Amor”, y añadiendo que esos medios “ponen a llorar a un grupo de actores, que son expertos en llorar en telenovelas. Es una cosa terrible, propia de fascismo".


Ayer los artistas marcharon y entregaron un documento en la OEA. Es un primer paso para “rescatar los espacios que nos han estado secuestrando” (actor, escritor y profesor universitario Javier Vidal).

Y he ahí el meollo:
El gobierno cierra los espacios y al hacerlo disminuye nuestras opciones. Entre estas opciones están las telenovelas, esos melodramas llenos de defectos e imperfecciones que son ingredientes de nuestra dieta diaria y elemento esencial de nuestra identidad.


---Caricatura tomada de The Economist-Mayo 30, 2007