diciembre 15, 2010

¿HA MUERTO LA TELENOVELA VENEZOLANA? PARTE 2


Nunca había pasado tanto tiempo sin escribir en mi blog, pero este semestre me ha tocado fuerte entre mis clases y mi caso de estudio actual, La Mujer Perfecta.

El pasado mes de junio, escribí un post titulado: ¿Ha muerto la telenovela venezolana? Hoy, 15 de diciembre podemos decir que la telenovela venezolana no ha muerto y que lucha a brazo partido en un contexto difícil y complejo:
  • La Mujer Perfecta es la única telenovela hecha en Venezuela actualmente al aire. (El Canal i transmite dos telenovelas de hace muchos años: Abigaíl y Señora).
  • La Mujer Perfecta ha hecho una labor encomiable de recuperación de la audiencia, a pesar de competir con telenovelas de Telemundo con una producción más costosa y que no están sometidas a las restricciones del control de cambio y la Ley Resorte venezolanos.
  • Además de La Mujer Perfecta, Venevisión tiene en producción La Viuda Joven de Martín Hahn.
  • Según reportes, Televén ha comprado Que el cielo me explique de Cristina Policastro, la última telenovela que produjo RCTV Internacional. Su transmisión no ha sido anunciada todavía.
  • Mientras tanto, la parrilla de programación de Televén nos presenta telenovelas hechas fuera de Venezuela. En algunos casos, las telenovelas de Telemundo tienen su premiere mundial justamente en la pantalla de Televén (Ojo por Ojo es el caso más reciente).
  • El gobierno venezolano ha prohibido las llamadas "narconovelas".
  • El Presidente Hugo Chávez ha pedido poderes extraordinarios en una ley habilitante que le permitiría gobernar sin necesidad de aprobación por parte de la próxima Asamblea Nacional (en la cual, a diferencia de la actual, no gozará de mayoría absoluta).
  • El gobierno ha introducido en la actual Asamblea Nacional una nueva Ley de Contenidos (Nueva Ley Resorte), que tendrá importantes consecuencias para la industria de la telenovela nacional. (Aquí el texto completo. Noten en particular: Artículo 7, numeral 3. Artículo 29, numeral 3, literal d. Artículo 35, disposiciones transitorias primera y segunda).
  • Frecuentemente, el gobierno interrumpe la emisión de las telenovelas con cadenas (transmisiones obligatorias de la señal gubernamental en todos los canales de TV abierta). Esto dificulta que el público siga correctamente el hilo dramático de la historia e interfiere en lo que ha sido la característica por excelencia del consumo de telenovelas: la inclusión en la rutina diaria.

La situación es complicada y muy preocupante. A continuación una entrevista que le hicieron al autor de La Mujer Perfecta, Leonardo Padrón en una emisora radial colombiana. Se la recomiendo a todos los que quieren entender la situación actual de la telenovela y de la TV venezolana:

octubre 03, 2010

EL RITMO EN LAS TELENOVELAS: DESDE "NO PASA NADA" HASTA "PASA MUCHO Y MUY RAPIDO"



Hace un par de años escribí sobre la dificultad de encontrar consenso cuando de telenovelas se trata. Todavía sigo pensando igual, es dificilísimo encontrar un aspecto de las telenovelas en el cual todo el mundo opine lo mismo.

Esta semana he estado reflexionando particularmente sobre eso que llamamos "el ritmo" de una telenovela. Es decir, la velocidad con la que ocurren los acontecimientos. La reflexión viene a colación porque en mi estudio de La Mujer Perfecta le pregunté a los miembros del público que participan en mi investigación qué tal les parece el ritmo de esta novela. Las respuestas variaron tanto que me fue imposible concluir nada al respecto. ¡Impresionante! Desde "hay días que no pasa nada" hasta "pasan demasiadas cosas y demasiado rápido", amén de todas las respuestas posibles entre estos dos extremos.

Decidí entonces hacer una lista de los acontecimientos que han salido al aire en las seis tramas principales de la novela. La lista no fue corta. Sin embargo, la variable lectura del público sobre el ritmo de la novela está ahí, pidiendo análisis. Entonces hice preguntas más a fondo a algunos en mi estudio. Y llegué a esta conclusión preliminar:

Pareciera que cada uno de nosotros tiene su propia vara para medir el ritmo en una telenovela. A veces, estamos esperando que pase algo en particular y eso no nos deja ver los otros acontecimientos que pueden estar sucediendo. La otra cara de la moneda también existe, por supuesto: sentir que pasa de todo porque sucede lo que queremos que pase y/o suceden cosas en la trama que más nos interesa.

Esta es una de las muchas dificultades que tiene escribir una telenovela. Para que "pasen" cosas, hay que montar con delicadeza el nudo dramático. Si no, cuando "explote" ese nudo, no tendrá la contundencia esperada y/o necesaria. A la vez, tienen que suceder cosas constantemente (o que al menos el público tenga esa percepción) porque si no los televidentes creen que la novela está estancada.

Definitivamente, el ritmo de una telenovela es un tema difícil y complejo. Tanto para escritores, productores y gerentes, como para estudios@s.

septiembre 12, 2010

UNA ENSEÑANZA SOBRE LA PRENSA DE ESPECTACULOS


Uno de los temas recurrentes que he encontrado en mi caminar por las telenovelas es el de la prensa de espectáculos y sus paradojas. Por una parte, es una prensa imprescindible que puede elevar el nivel del espectáculo. Por otra parte, sufre a veces de exceso de chismes y especulación. También sucede con cierta frecuencia que las personas entrevistadas reportan que sus declaraciones son tergiversadas, sacadas de contexto o eliminadas.

Es un tema espinoso porque el periodista es el responsable del reportaje que escribe y generalmente no puede poner toda la información que recaba para su escrito, ni cada palabra que le dicen sus entrevistados. Justamente su oficio y arte consiste en escribir su historia incluyendo una diversidad de voces y mostrándonos las diferentes aristas del tópico que lo ocupa sin que una agenda previa determine el rumbo que dicho reportaje tomará.

No puedo estar de acuerdo, sin embargo, cuando algo que uno dice es resumido o modificado de tal manera que cambia la esencia de su significado, se minimiza el argumento que uno está esgrimiendo o se pone en la boca de uno algo que no ha dicho.

Eso me sucedió a mí hoy.

Como docente que sabe que en todo siempre hay la oportunidad de aprender algo, siento que debo poner mi propio ejemplo sobre la mesa a la vista de todos: alumnos, periodistas, profesores y todos los que trabajan o se interesan en las telenovelas y la TV.

El periodista Alexis Correia escribió un reportaje para El Nacional en el cual analiza al personaje de Micaela Gómez de la nueva telenovela venezolana La Mujer Perfecta. Me parece una excelente idea su reportaje, ya que Micaela es una protagonista que sufre una forma de autismo llamada Síndrome de Asperger. También respeto la manera como Alexis decidió ensamblar su reportaje. Pero, como investigadora académica que se aferra al rigor y a la disciplina, debo mencionar tres puntos de mis declaraciones en las que el reportaje no refleja lo que yo respondí:

1.
Mi respuesta:

Como me dijo esta semana una persona que tiene Asperger que está participando en mi estudio del público de la telenovela: “La representación de Micaela como persona con Síndrome de Asperger me parece extraordinaria. Micaela es la primera Asperger venezolana famosa, así se trate de un personaje”.


En el reportaje:
"Un espectador de La mujer perfecta me dijo que Micaela era la primera venezolana famosa con síndrome de Asperger.

En el reportaje se eliminan dos elementos importantísimos. Primero, la persona que me dijo eso tiene Síndrome de Asperger. Por lo tanto su declaración tiene un peso específico distinto a la de "un espectador" cualquiera. Segundo, en el reportaje se elimina la parte en que la persona alaba la representación del Síndrome que es Micaela. Algo clave para medir la percepción de verosimilitud del personaje.

2.
Nunca mencioné estadísticas sobre el número de personas con Asperger. A pesar de que he visto las estadísticas, sentí que no era mi lugar mencionarlas.

En el reportaje:
"... en el espectro del autismo, que afectan a aproximadamente 6 de cada 1.000 personas", indica Carolina Acosta-Alzuru, investigadora del género de la telenovela.

3.
Creo que en la edición de mis comentarios se desdibuja mi argumento de que Micaela produce en el público lo que la protagonista tradicional debe generar. Pero que su condición de Asperger hace que su historia sea más compleja de contar y no es la trama de una prota sufrida tradicional.

Mi respuesta:
Pienso que el Asperger que sufre Micaela la pone “en código” de protagonista porque ella genera lo que el público espera de una protagonista tradicional de telenovela: bondad y vulnerabilidad. Pero, el hecho de que la fuente de eso sea una condición que existe y que rara vez ha sido representada en la televisión, (y no que la protagonista es así “de gratis” o porque es eso: la prota), la saca de estereotipo, le añade los matices y dificultades propias del síndrome, y la coloca en el ámbito de la realidad, sin quitarle el romanticismo y la poesía que el público espera de una telenovela. Es un personaje que día a día se enfrenta con un mundo que está en una clave que ella no comprende totalmente y que va a tener que encarar un diagnóstico que no tiene cura. Todo eso amerita una fortaleza de su parte. Esto es mucho más delicado y real que ser una protagonista de ingenuidad tradicional o una que sea “echada p’alante” (pero que sufre y llora igual que la tradicional), que es la manera como ha evolucionado la prota en muchas telenovelas recientes.

En el reportaje:
El hecho de que el síndrome de Asperger rara vez haya sido representado en televisión saca a Micaela del estereotipo de la damita rosa, sin quitarle romanticismo. Tendrá que encarar día a día un mundo que ella no comprende totalmente, y su diagnóstico no tiene cura", agrega Acosta-Alzuru.

Espero que este post sea la enseñanza que intento que sea.





agosto 21, 2010

¿QUIERES PARTICIPAR EN MI ESTUDIO DE LA MUJER PERFECTA?


Mi actual caso de estudio es la telenovela venezolana La Mujer Perfecta. Su estreno está pautado para el próximo 1º de septiembre.

Si piensas ver el Capítulo 1 y te gustaría participar en mi estudio, envíame un mensaje a cacosta2410@gmail.com y te mandaré más información al respecto. Tu participación no te quitará mucho tiempo, ni te obligará a ver la telenovela completa.

Para los interesados, aquí está el diseño teórico y metodológico de dicho estudio, el cual incluye tanto los aspectos de escritura y producción de la novela, como los de su consumo:




¿Dudas o preguntas? Escríbanme a cacosta2410@gmail.com

¡Mil gracias!



agosto 18, 2010

Soy actriz y me llamo Beatriz Valdés (Parte II)


Aquí la segunda parte del importante y valiente escrito de Beatriz Valdés. (Puedes leer la primera parte aquí).

Todos lo debemos leer y reflexionar sobre su contenido:

Soy actriz y me llamo Beatriz Valdés (II)

Pero nunca me sentí tan triste y humillada como ahora, cuando el mismo canal que me contrata, como un talento de excelencia, no solamente permite que se me maltrate, sino que propicia que se me acuse públicamente de irrespeto hacia mis compañeros y de actitudes impropias de mí.

Nada que haya vivido se compara con esta sensación de soledad e intemperie que me invaden. Me siento miserable ante los ojos de mis compañeros y ante el público que me saluda en la calle. Me siento indigna de su afecto y eso es más de lo que pueda soportar, porque es una injusticia haber sido empujada a esta sensación.

Esta penosa realidad, la padecemos los actores y personas públicas en este momento, debido a la batalla por el rating. El mismo canal que me contrata, le proporciona micrófonos y pantalla a personajes que insultan el titulo de periodista, cuando a través de una sesión del programa
Portadas, inventan y difunden actos indecentes calumniando, incluso, a los actores que trabajamos para en canal.

Estos personajes, probadamente denigrantes, nos destruyen con la autoridad del canal, al punto de proveerle a
La Bomba, programa que transmite Televen, argumentos suficientes para alimentar más ofensa y más maltrato. Dentro de este contexto, fui víctima de difamación e injuria.

Esta realidad de la que mi gremio es víctima y de la que no se salvan, sobre todo, los espectadores, que aprenden así a odiar antes de amar, a regodearse con el ultraje, exacerbando lo peor de sí mismos, francamente, me sobrepasa.

No me afectan tanto las mentiras que escupen, como la triste realidad de que mis compañeros y yo tengamos que soportar, que en nuestra propia casa de trabajo, se permita y celebre que nos conviertan en carroña de los cuervos.

El actor es el más vulnerable de los artistas, porque trabaja con su institución humana. Desde el Ditirambo hasta hoy, el actor se entrega al espectador desde su misma perspectiva y a tamaño natural y si el actor no lo convence, el espectador le tira tomates. La metáfora de ese acto es permitido y aceptado, porque el público siempre tiene la razón y es el único que ostenta ese derecho. El actor ha desafiado a la realidad en el empeño creativo de ser más creíble que la propia vida y las únicas herramientas disponibles son sus emociones, sus sentimientos y su talento.

El actor es el único que goza cuando sufre, porque ese dolor lo acerca a su público. Somos los que lloramos y sangramos en el escenario y con sangre, nos ganamos el aplauso.

La buena noticia es que ese gozo nos dura toda la vida, así estemos viejos, feos y gordos, porque el talento no mide 90 60 90, ni se cuenta por las cotufas que nos pululen en la cabeza. El talento existe, incluso, si nos cierran un canal y si nos botan del teatro. Por eso me sorprende que sea con tanto maltrato, que
Venevisión pretenda quitarse la vergüenza del perdedor.

Por un momento pensé en averiguar los derechos legales de los actores y pedirle a las autoridades del canal una disculpa pública por el irrespeto hacia mi persona que había permitido, pero sé que no hay legalidad que me ampare, ni garantía de justicia que impida una actividad tan denigrante, que por demás, traiciona los principios fundamentales de la responsabilidad social para con su público, que está obligado a respetar un canal de comunicaciones. Sé que no se puede encontrar honor, donde prevalece lo contrario.

Por todo esto, y a riesgo de cualquier represalia laboral, expreso mi repudio e indignación por la programación denigrante con la que los canales compiten por un rating, fomentando la deformación del pensamiento y destruyendo la sensibilidad de un país, toda vez que promueven la deshonra de su familia cultural y de aquellos que, en esencia, podrían ser embajadores del mejoramiento humano.

Yo no soy ejemplo de nada. Tengo todos los defectos propios de una persona común y como cualquiera, unas veces doy la cara y otras la espalda, pero jamás he obrado con la intensión de maltratar a nadie. Más allá de mi manera de ser, siempre ha prevalecido en mí el respeto a mi gremio y el agradecimiento a este país que me recibió, con las complejidades de la vida, pero con una magnanimidad a la altura de la variedad de tantas comunidades como países hay en el mundo y que abriga bajo su cielo.

Y sí, estoy hablando de xenofobia, pero de una peor: hablo de una xenofobia profesional y humana que padecemos los actores y creadores en general. Es la mejor metáfora que me ha servido de contexto para expresarme ahora, porque por primera vez en Venezuela, me siento extranjera y no del país, sino de mi lugar de trabajo, de mi santuario creativo, de ese santuario que me permitió habitar personajes entrañables.

¿"Tanto nadar para morir en la orilla"? Jamás.

Soy actriz y me llamo Beatriz Valdés, eternamente cubana y venezolana por decisión. Con CI V21 516 916 para más datos.

Soy actriz contra todo riesgo y de este país profesional no me bota nadie.

(Publicado en el diario Tal Cual--Agosto 18, 2010).

agosto 17, 2010

Soy actriz y me llamo Beatriz Valdés (Parte I)

En mi caminar por las telenovelas he compartido muchas horas con los que trabajan en estos dramáticos. Ellos trabajan en un ambiente que necesita de la prensa y programación dedicada al espectáculo. A la vez, son cada vez más frecuentes las oportunidades en las que diarios, revistas y shows, con tal de vender copias o subir unos puntos en el rating, se convierten en el peor enemigo del talento que labora en nuestra televisión y escenarios.

Creo firmemente que en el verdadero periodismo no hay cabida para el chisme y la especulación. Mucho menos para la calumnia.

A su vez, el público sobreexpuesto a estos espacios, se desensibiliza y siente una creciente y falsa sensación de intimidad con las personas que son blanco de esos comentarios infundados y cuyo talento nos regala entretenimiento. Esa falsa sensación de intimidad hace que el público también se sienta con derecho a juzgar, a pesar de estarse alimentando con información falsa.

En relación a este tema, he aquí la primera parte de un escrito valiente e imprescindible de leer de una de las actrices más talentosas y comprometidas del continente: Beatriz Valdés.


Soy actriz y me llamo Beatriz Valdés

Hace 18 años, varios meses después de llegar a Venezuela, tuve que buscar desesperadamente un apartamento para mi compañero, mi hijo de 3 años y yo. Y un día, al fin, encontré una posibilidad que nos permitiría algo de paz. El apartamento me lo mostraba la administradora, a la que le dije que estaba interesada y me preguntó: ¿En qué trabajas?, Soy actriz... le dije....

Y de inmediato me gritó: ¡Ah, no! , ¡yo no hago tratos ni con artistas, ni con militares! No puedo describir con claridad la desolación que sentí en un instante y cómo aquella respuesta me catapultó al epicentro del juicio y la descalificación.

¿Ni artistas ni militares?... pensé... ¿Qué significa eso? ¿Es que ser actriz me convierte en desechable? Mis lágrimas fluían solas y, como pude, le pregunté por qué me decía eso, a lo que ella respondió que "ambas profesiones tenían muy mala reputación".

...Bueno le dije yo no sé de militares, pero no tengo por qué dudar de que sean buenas personas. Tampoco sé cuál habrá sido su experiencia con los artistas, pero yo le voy a contar la mía: yo llevo meses trabajando en este país, vine con mi hijo de 3 años, porque me enamoré de un venezolano y ahora no tenemos dónde vivir.

Han sido unos meses duros, sin casa y sin familia.

Sin embargo, este calvario se me ha hecho soportable gracias a mis compañeros de trabajo. Usted sabe de quiénes le hablo, porque debe haberlos sintonizado alguna vez a las 9 de la noche y, por alguna razón que no comprendo, ahora usted los juzga con tanta facilidad. Ellos me han dado cobijo y apoyo. Ellos han cuidado a mi hijo.

Ellos me han hecho sentir que éste es un buen país, en el que puedo llegar a sentirme en casa. De ellos he recibido amigabilidad y respeto a pesar de ser una "recién llegada" y de ser, potencialmente, una competencia. No sé qué experiencia ha tenido usted con los artistas, pero la mía me permite confiar en el ser humano, a pesar de saber que existen personas como usted.

Ese día marcó mi vida en Venezuela, porque entendí que mi valor e integridad personal dependían también de la opinión que se tuviera de mi profesión.

Pronto supe que al estigma de ser actriz tenía que agregarle el "detallito" de haber nacido en Cuba. Pero gracias a aquel incidente con aquella señora y al apoyo incondicional de mis compañeros, pude sobrevivir a otros eventos mucho más dolorosos.

Pude sobrevivir, por ejemplo, a la prohibición de mi participación en la TV venezolana, una vez que me negué a declarar en contra de mi país, condición que me exigió la productora que me contrataba, para continuar trabajando en ella. En esos largos años, mis compañeros y mi gremio me salvaron. José Ignacio Cabrujas se negó a sacarme intempestivamente de la novela en la que estaba participando, según la orden que le dieran las autoridades de la empresa.

Gracias a él, a quien no había visto nunca en persona, terminé su novela y la compensación de su respeto, me sirvió para retirarme con dignidad de un lugar en el que pretendieron que me traicionara a mí misma.

Tres largos y destructivos años después, en los que, sin poder trabajar, mi depresión arrasó hasta con mi relación de pareja, Radio Caracas Televisión, específicamente Cesar Bolívar, Gerente de Dramáticos en esa época, se impuso al veto que me impedía hacer televisión y junto con Fausto Verdial, me entregaron el personaje que me salvó de tanto desánimo. Libertad se llamaba y eso fue lo que sentí en toda la magnitud de la palabra.

Nunca olvidaré ese personaje, porque le entregué mis entrañas y me expresé a través de ella. Cada gramo de mi cuerpo vibró en una defensa entrañable de mí misma. Gracias a ella, tuve el privilegio de conocer y adorar a Mariano Álvarez, paradigma de la integridad y virtuosismo profesional y que se convirtió, junto con su familia, en la mía propia.

Gracias a ese veto, gracias a todo lo que me quitaron, pude ganar algo tan valioso.

Pude sobrevivir, también, a la vejación que sufrió mi hijo, cuando con 11 años, sus compañeros lo abuchearon a coro, en el patio de su colegio, gritándole: "cubano, marico, huevón... se va, se va, se va". Este evento lo sobrevivimos juntos y con altura, entre otras cosas, porque teníamos el respaldo de una familia elegida, gloriosamente representada por Elba Escobar y su hijo Simón, que se hermanaron con nosotros y nos ayudaron a comprender que un país quebrado sangra por lugares insólitos.

Con ellos lloramos por este país, cada vez más nuestro.

He estado en la boca del dragón y de mí se ha dicho que he habitado la cama de personajes ilustres o lamentables, según se mire el daño que se haya querido hacer. He hecho personajes duros y terribles y hay quienes han atribuido a mi carácter o a mi personalidad, algunas de sus actitudes extremas, pero siempre he pensado que eso forma parte del juego. He sido presionada a expresarme a favor de la conveniencia de la opinión que estuviera sobre el tapete y me he mantenido íntegra, con la conciencia de mis principios y la memoria de los valores con los que crecí, porque ellos me otorgan el derecho a expresarme en un ambiente de amor, si es eso lo que quiero para mí. He cuidado mi vida privada, con tranquilidad y sin aprovecharme, jamás, de aquello que pudiera alimentar ni chisme, ni centimetraje alguno. He concedido entrevistas a periodistas serios y respetables y me han tratado sin favoritismos pero con respeto y consideración y jamás he recibido ninguna queja ni de mi trato, ni de mis opiniones, todo lo contrario. Resumiendo, he recibido vejaciones que he podido superar, porque me ampara la opinión que tengo de mi misma y porque sé muy bien el delicado lugar que ocupo. Me he fortalecido con cada momento difícil y he crecido con cada experiencia.


(Diario Tal Cual--Agosto 17, 2010)
A la espera de la Parte II mañana...

junio 25, 2010

¿HA MUERTO LA TELENOVELA VENEZOLANA?


Ayer por primera vez en décadas la televisión venezolana no tuvo en su parrilla de programación ni una sola telenovela hecha en el país.

He recibido muchos correos electrónicos pidiendo mi opinión sobre esta lamentable coyuntura. También tengo semanas queriendo escribir aquí sobre el tema, pero sin tiempo para hacerlo debido a mis clases. Por lo tanto, a continuación el texto de una entrevista que me hicieron vía email al respecto. He allí lo que pienso:

- ¿Por qué cree que las telenovelas colombianas han desplazado a las venezolanas en el mercado internacional?

Hay varias razones: 1. La asociación entre las productoras colombianas y Telemundo (cuyo dueño es la cadena norteamericana NBC) ha logrado una poderosa mezcla de creatividad con altos presupuestos. 2. La telenovela colombiana no se produce bajo las restricciones de una Ley de Contenidos. 3. La telenovela colombiana no se produce en el ambiente que ha dejado en la TV venezolana la no renovación de la licencia de RCTV y la posterior salida del aire de RCTV Internacional. Estas medidas han traído como consecuencia aprehensión en la otra estación de televisión que produce telenovelas en Venezuela. El resultado de las razones 2 y 3 es una telenovela menos atractiva, menos arriesgada y menos contemporánea porque es excesivamente escrupulosa. 4. Las telenovelas colombianas no se producen bajo el esquema cambiario y con las devaluaciones que existen en Venezuela, las cuales inciden en la actualización de nuestros equipos y el entrenamiento de nuestro personal. 5. Las telenovelas colombianas han sido mejor mercadeadas en el mercado internacional que las venezolanas.

- Algunos autores aseguran que en Venezuela pasa lo mismo. La telenovela colombiana irrumpió con creatividad y por eso ocupa los horarios estelares en Venezuela. ¿Qué comentario tiene al respecto?

La telenovela colombiana co-producida con Telemundo ocupa el horario estelar actualmente porque Televén descubrió que les resultaba mejor que las telenovela brasileñas que habían colocado por años en su prime time. Las telenovelas de Brasil eran aceptadas en Venezuela sólo por las clases altas, las Telemundo-colombianas sí “suben cerro”. Esa es una razón, pero hay otras. El cierre de RCTV saca de circulación a uno de nuestros dos grandes productores de telenovelas. Eso empobreció tremendamente a nuestra televisión y a nuestra industria de la telenovela. Primero, porque es una opción menos. Segundo, porque al no tener aparente competencia, bajó la calidad de las telenovelas de Venevisión. Hubo una falsa sensación de seguridad en el mercado nacional y una priorización del mercado internacional que, aunado a los problemas de ambiente político, leyes y presupuesto explicados en la pregunta anterior, le bajaron paulatinamente la calidad a las telenovelas de Venevisión y las desconectaron del gusto de nuestro público al punto en el que estamos ahorita, en el que el mismo canal no tiene otra alternativa que colocar novelas hechas en Colombia en su prime time.

- ¿Cómo calificaría el momento que atraviesa la telenovela venezolana en este momento en el país?

El momento es crítico. Nuestra industria está empobrecida y todos los que trabajan en ella están en una situación laboral dificilísima. Pero eso no significa que no hay futuro.

- ¿Qué futuro le vislumbra a la producción dramática nacional?

Tenemos inmenso talento tanto a nivel de autores como de actores. También en nuestros estudios de televisión hay una serie de héroes y heroínas anónimos que trabajan detrás de las cámaras en la producción y dirección. En todos esos grupos hay capacidad y entrega. Yo confío en que el talento se impondrá sobre el contexto adverso en el que trabajan.

- Como estudiosa en la materia. ¿La telenovela venezolana debería evolucionar, es decir tomar un nuevo rumbo, que ya no sea ni rosa ni de ruptura?

Hoy en día las historias originales tienen elementos tanto del género rosa como del de ruptura. No están en ninguno de los dos extremos. La telenovela venezolana en mi opinión tiene que volver a hablarnos a los venezolanos primero y recuperarnos como público. El mercado internacional vendrá después, y sólo si tenemos una estrategia de mercadeo más eficiente y honesta. Es clave que nuestra industria telenovelera nunca subestime la inteligencia del público y luche contra la fuerte tendencia de la cultura popular a repetirse a sí misma.

- ¿Algún mensaje para los escritores de dramas venezolanos?

Sería absolutamente pretencioso de mi parte decirle nada a nuestros escritores. Conozco de cerca las dificultades, esfuerzo y angustias del trabajo de escribir telenovelas. La mayoría de la gente no tiene idea del número de horas que pasan ideando, escribiendo, revisando y cuestionando los detalles de unas historias que tienen que ser escritas a velocidad industrial. Mi mensaje más bien es para los que toman las decisiones del negocio. Para obtener buenos resultados hay que diseñar estrategias basadas en la investigación y observación rigurosa del género y su público. También hay que apoyar más a nuestros escritores, actores, directores y trabajadores del área de la producción con salarios y condiciones de trabajo acordes con su trayectoria.


mayo 12, 2010

LA TELENOVELA VENEZOLANA-DIARIO LA VERDAD


Esta semana el diario venezolano La Verdad le dedicó su edición aniversaria a las telenovelas en Venezuela. La edición de más de 50 páginas incluye entrevistas con escritores y actores. También una línea del tiempo muy completa con las telenovelas venezolanas organizadas por épocas. Esta edición es un gran aporte para el estudio y consideración de este género televisivo que ha marcado a mi país y que hoy en día vive momentos difíciles e inéditos en su historia.

A continuación una serie de enlaces donde podrán leer diferentes reportajes y entrevistas:


LINEAS DEL TIEMPO-LA TELENOVELA EN VENEZUELA: 1, 2

ACTORES Y ACTRICES:

ESCRITORES Y ESCRITORAS:

MI ENTREVISTA: 1, 2

Otros actores y actrices entrevistados: Raúl Amundaray, Daniel Alvarado, Jonathan Montenegro, Ruddy Rodríguez, Carmen Julia Alvarez y Daniela Alvarado.

Aquí la edición completa: Edición Aniversario Diario La Verdad

¡Espero que la disfruten!

abril 27, 2010

LAS TELENOVELAS Y EL IDIOMA ESPAÑOL


En el reciente V Congreso de la Lengua Española, Jorge Ignacio Covarrubias, secretario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), presentó una ponencia sobre las telenovelas y la difusión del idioma español. Pueden leer aquí un reportaje sobre el tema. También pueden leer la ponencia de Covarrubias, quien realizó entrevistas con escritores, actores y productores de telenovelas. Tuve el placer de ser entrevistada para esta ponencia y de leer en ella las voces de algunos de mis alumnos de mi curso "Telenovelas, cultura y sociedad".

abril 06, 2010

EL MALTRATO DE LA TELENOVELA VENEZOLANA POR PARTE DE UNIVISION


En Univisión es casi imposible ver una telenovela hecha en Venezuela. La parrilla de programación está diseñada para cortejar a la mayoría de los latinos residentes en Estados Unidos, que son de origen mexicano.

Lejos quedaron los días en los que transmitieron El País de las Mujeres (1999) a las 2 p.m. Nuestra "cuota" es el horario de la 1 p.m., el cual hace rato está destinado a las novelas producidas por Venevisión-Miami (Venevisión Productions). Nunca por Venevisión-Venezuela. Ni hablar de las novelas hechas por RCTV. En consecuencia, rara vez encontramos novelas venezolanas en la parrilla de Univisión. Cuando lo hacemos es en horarios insólitos como la 1 a.m.

Por ello recibí con alegría la noticia del estreno de mi más reciente objeto de estudio, La Vida Entera, por Univisión a las 6 p.m. Es un horario que tiene sus bemoles porque coincide con el noticiero local en aquellas estaciones afiliadas a Univisión que tienen ese tipo de noticiero. Por ejemplo: Miami y San Diego no verán La Vida Entera. Eso no significa que en todos los centros urbanos ocurra eso. Un ejemplo es Atlanta (población: 5 millones, incluyendo casi un millón de latinos) que no tiene noticiero local en su estación afiliada. Ahí sí verán La Vida Entera. Hay que decirlo, a pesar de la coincidencia con el noticiero, el horario de las 6 p.m. es indiscutiblemente mejor que cualquier horario de madrugada, como vimos que ocurrió con Torrente.

Pero el maltrato de Univisión hacia la telenovela venezolana no se limita al horario:
  1. La página web donde anuncian la novela nos presenta una sinopsis de La Vida Entera que no es la que escribió su autor. Y en esa versión de la sinopsis se pierde casi totalmente la esencia de La Vida Entera.
  2. Hoy tuve mi televisor sintonizado en Univisión y no logré ver ni una sola promoción de la novela. Parecieran no existir. Y, en consecuencia, la novela pareciera no existir tampoco.
  3. Cada capítulo de una hora está siendo editado para que tenga una duración de sólo media hora. Por lo tanto, la edición es gruesa e irrespetuosa de la historia. Da la impresión de que al editor sólo le interesa la trama principal de Kotufa, Salvador y Cristóbal (ya eso está reflejado en la sinopsis que publicó Univisión). Los demás personajes aparecieron sólo si tenían escenas de interés con el triángulo principial. Al editar de esta manera los dos primeros capítulos en los cuales escritor y actores delinean los personajes y nos plantean las tramas, la novela pierde coherencia, sentido, estructura dramática y fuerza. En otras palabras, una novela de 120 horas está siendo desmembrada para que tenga sólo 60 horas.

Dados todos estos factores, ¿debemos sorprendernos si la telenovela fracasa en las mediciones de audiencia? Por supuesto que no. Y entonces dirán que las telenovelas venezolanas no funcionan en Univisión y volverán a pasar años antes de que le "den la oportunidad" a otra telenovela venezolana. Siempre en condiciones adversas que rayan en lo imposible.

Es absolutamente lamentable y un irrespeto para los que trabajan en las telenovelas venezolanas y para el público. También es una puñalada más para la televisión venezolana que actualmente se encuentra en una situación precaria, cortesía de las medidas del gobierno y de las posturas asumidas por la gerencia y los dueños de los canales.

febrero 21, 2010

VIENDO DE NUEVO A "LA DUEÑA"




Siempre que me preguntan cuál es mi telenovela favorita respondo que La Dueña (Venezuela, 1984). Esta novela fue escrita a cuatro manos por José Ignacio Cabrujas y Julio César Mármol, y protagonizada por Amanda Gutiérrez y Daniel Alvarado.

La novela está escrita como un homenaje a El Conde de Montecristo de Alejandro Dumás. Más aún, La Dueña es El Conde de Montecristo, pero contado en la época gomecista y pos-gomecista de la historia venezolana, y con una protagonista mujer, a la cual meten en un manicomio del cual logra salir 10 años más tarde para vengarse de los que la dañaron.

Recientemente tuve la oportunidad de ver La Dueña otra vez. Fue un ejercicio interesantísimo ya que en 1984 yo no planeaba todavía estudiar un doctorado en comunicación social, ni me podía imaginar que algún día me dedicaría a investigar las telenovelas.

Siguiendo la disciplina académica, comencé a ver la novela con una serie de preguntas en mente:
  • Con una década de estudios de telenovelas a cuestas, ¿me gustaría todavía La Dueña tanto como había sucedido en 1984?
  • ¿Qué fortalezas y debilidades le veía ahora a la novela?
  • ¿Qué diferencias tenía La Dueña con las telenovelas de hoy en día?
La novela me volvió a enganchar. Y al hacerlo reafirmé cuáles son los elementos que me gustan en una telenovela:
  • Construcción cuidadosa de los personajes
  • Diálogos inteligentes
  • Talento actoral
  • Coherencia en las vueltas de la historia
La Dueña es una novela con un alto nivel de escritura y un bajo nivel de producción, inclusive para 1984. Tiene poquísimos exteriores y un número limitado de decorados. El vestuario es la excepción. Está bien cuidado, adecuado a la época histórica de la novela y contribuye de manera efectiva a dibujarnos cada personaje.

A pesar de que La Dueña está dominada por el drama, el humor se hace presente como contrapeso de la historia central aligerando nuestra digestión de la telenovela. Los parlamentos de La Dueña utilizan correctamente las referencias históricas de la época donde transcurren los hechos. Son parlamentos cabrujianos: rítmicos, poéticos y profundos. Pero, sobre todo, coherentes con el personaje que los pronuncia. Son parlamentos largos en escenas largas. MUY largas para los estándares que manejamos hoy en día. Cuando uno ve La Dueña, uno entra en un ritmo distinto. No es que no pasan cosas todo el tiempo, sino que las escenas tienen el doble o el triple de longitud que las escenas de las telenovelas actuales.

Mención aparte merece el elenco de La Dueña. Todo un lujo. Salvo una que otra excepción, todos los actores de esta novela están extraordinarios en sus papeles.

-Amanda Guiérrez desarrolla magníficamente el doble personaje de Adriana/Ximena, utilizando dos tonos de voz, dos maneras de caminar, dos actitudes ante la vida, y le añade a Ximena el detalle de la mano dañada por el abuso recibido en el manicomio.

-Daniel Alvarado no era el típico galán de telenovelas y eso no importó. Detestamos a su Mauricio Lofiego cuando es arrogante, ciego y machista, y lo adoramos cuando lo vemos enamorado y humilde ante sus errores.

A continuación, el capítulo 19. Ir a la marca 46:30 para una escena de los protagonistas:




Sería muy largo detenerme en el resto de los actores y su trabajo. Podría escribir páginas al respecto. Son muchos y muy talentosos. (Es interesante ver la gran cantidad de personajes y sub-tramas que tiene esta novela cuando hoy en día hay quienes se quejan de que algunas telenovelas venezolanas tienen demasiados personajes y, a la vez, se declaran admiradores de Cabrujas y de Mármol).

Voy a mencionar sólo a cuatro de esos extraordinarios actores:

-María Cristina Lozada es Purificación Burgos, la gran villana de la historia. Purificación es un personaje que no tiene fisuras actorales, ni de libreto. Cabrujas y Mármol se lo sirvieron a María Cristina Lozada y ella lo hizo crecer hasta hacerlo inolvidable para los venezolanos. Actoralmente es un trabajo de la más delicada orfebrería.

A continuación, el capítulo 45. Buscar el minuto 15 para ver una escena de Purificación Burgos con su segundo hijo, Abelardo:



-Eduardo Gadea Pérez es Manuel Antonio Lofiego. El personaje es un compendio de las características más encantadoras y preocupantes de los venezolanos. Manuel Antonio es simpático, charlatán, bebedor e improvisado. Sus escenas tienen la carga exacta de humor en medio del drama que es La Dueña.

A continuación, el capítulo 78 donde hay un par de escenas de Manuel Antonio Lofiego. Ir primero al minuto 17 y luego al minuto 31:



-Carlota Sosa como María Consuelo Téllez, una mujer cuya inteligencia y manera de ser no encajan con la rigidez de la época y con el país en que le tocó vivir. Hay una inmensa verdad en esta actuación de Carlota Sosa, la primera que recuerdo haberle visto.

A continuación de nuevo el capítulo 78. Ir a la marca del minuto 8 para la escena final de María Consuelo y Adriana y al minuto 32 para su escena final con Mauricio:




-Fina Rojas como Elvira, la mujer que crió a la protagonista Adriana. Hasta que llegó La Dueña, para mí Fina Rojas era una actriz cómica que trabajaba en la Radio Rochela. Elvira es un personaje cien por ciento dramático y Fina Rojas lo ejecutó con brillantez y soltura.

A continuación de nuevo el capítulo 45. Buscar la marca del minuto 36 para una larga escena entre Elvira y el protagonista, Mauricio:




La Dueña es un ejemplo de que los elementos fundamentales de una buena telenovela son el libreto y el talento actoral. También nos recuerda por qué la traición y la venganza son elementos clásicos de las telenovelas. Y por qué el principio de crimen y castigo es uno de los códigos más perdurables del género.


enero 24, 2010

OTRA VEZ...


Tenemos otra pérdida más en Venezuela. Menos de tres años después de sacar de señal abierta a RCTV, ahora el gobierno de Hugo Chávez creó una normativa diseñada para sacar a RCTV Internacional del aire. La normativa clasifica a las televisoras por cable en "nacionales" e "internacionales". Las "nacionales" tendrán que someterse al yugo de la Ley de Contenidos y estarán obligadas a transmitir las cadenas presidenciales. Y, claro, el organo regulatorio gubernamental, CONATEL, decidió que RCTV Internacional es "nacional", para así controlar su contenido y modificar su voz opositora. RCTV Internacional no se plegó a la normativa de pasar cadenas presidenciales y anoche las cableoperadoras del país, acatando la normativa de CONATEL, la sacaron del aire.

Así que hoy Venezuela amaneció más afónica...aún más...vamos hacia el silencio. Mejor dicho, nos llevan hacia el silencio y hacia una vida nacional donde sólo se escuche la voz del Presidente.

Aquí, comparto unos fragmentos escritos por Alberto Barrera Tyszka antes de los sucesos de anoche y que fueron publicados en El Nacional de hoy:

"Chávez ha convertido al país en un tablero por donde va dando zancadas, lanzando dados, voraz, ansioso:"¡Lo compro-lo compro-lo compro!". ¡Lo adquiero!". "¡Lo expropio!". La ficha es, por supuesto, roja. Se puede llamar Che Guevara pero se comporta como Rico McPato"

"No tiene horarios, puede hacer lo que quiere sin consultar a nadie, viaja cuando y como desee, controla los televisores y las radios de todos los venezolanos, se puede meter en tu casa y en tu vida cuando le da la gana... Todo el dinero del Estado es suyo, toda la riqueza nacional le pertenece: está personalizada, él da, él quita. Reproduce su imagen sin ningún límite. Quiere obligarnos a consumirlo diariamente. El quiere ser el propietario de nuestra historia. Desea poseer y administrarlo todo".

Algunos enlaces con la noticia:

enero 07, 2010

CONSUMO DE TELENOVELAS: LAS CARICATURAS DE VANESSA

Estudiar telenovelas me ha regalado una colección de personas interesantísimas. Entre ellas se encuentra Vanessa, a quien conocí durante mi último caso de estudio: La Vida Entera. Cuando la entrevisté acerca de su lectura de esta novela, Vanessa me contó que dibuja caricaturas y que había dibujado varios de los personajes de la novela. He aquí algunas de sus caricaturas, junto con fotos de los personajes. Espero que las disfruten tanto como lo he hecho yo. Es otra manera de observar el consumo de las telenovelas, de ver cómo el público hace suyos los personajes mientras sigue sus historias.

Kotufa (Anastasia Mazzone):




Facundo (Carlos Mata):




Olimpia (Beatriz Valdés):



Tata (Marisa Román):




Guille (Luis Gerónimo Abreu):

Y éste no es un personaje de la novela, sino su autor, Leonardo Padrón:




Ésta tampoco es un personaje de la novela :-) ¡Gracias, Vanessa!